El minado de criptos es costoso, porque necesita mucha energía y refrigeración para mantener los equipos frescos. Por eso, estos sistemas funcionan mejor en climas fríos. Ahora, una nueva forma de minar estaría del lado de tierras más cálidas.

La clave de este sistema, considerado revolucionario, está en la refrigeración, que reemplaza los tradicionales coolers por líquido. Es una manera que trae mayor potencia, efectividad y seguridad en el minado de criptomonedas.

Tenemos claro cuál es el proceso para obtener bitcoins: validar y agrupar transacciones en la red, que luego forman parte de una blockchain. Un proceso que consume energía y calienta los equipos.

La nueva tecnología disminuye el consumo eléctrico, e incluso el ruido de los equipos que se usan para refrescar a los “mineros”. La mayoría de estos equipos utilizan hoy un sistema de refrigeración por circulación de aire mediante gases que provocan un aislante térmico, pero que no es suficiente. Además es costoso y ruidoso.

South American Minera (SAM) es la primera startup que implementa el sistema en América Latina. Y sus resultados son positivos. El sistema de inmersión en líquido es más eficiente, aumenta la rentabilidad y la potencia de las máquinas y les genera temperaturas más seguras.

El líquido en cuestión es un fluido dieléctrico, que no conduce electricidad.

Los beneficios del nuevo minado de criptos

El nuevo sistema de refrigeración por inmersión en líquido para el minado de criptos es 115 veces más eficiente, totalmente silencioso y mantiene los equipos en un ambiente estable y limpio.

Y es que en la forma tradicional, los equipos pueden estar expuestos a problemas de sobrecalentamiento, apagado súbito o incluso incendio. Pero la refrigeración por inmersión líquida logra una baja temperatura, y aumentar la potencia para minar.

Al bajar considerablemente el riesgo, los “mineros” no requieren un monitoreo constante ni vigilancia humana por largo periodos.

Este revolucionario sistema de minado de criptos es ideal para zonas cálidas y donde la energía eléctrica es costosa, como ocurre en América Latina.