La empresa más emblemática de la tecnología, IBM resurge en tiempos de la inteligencia artificial, con Google y Microsoft, los viejos rivales, enfrentados.

Pero, IBM no tomó el camino tradicional en el que los otros gigantes están enfrascados. No. Más bien, desarrolló una infraestructura flexible que se pudiera implementar en cualquiera de sus centros de datos repartidos alrededor del mundo a través de la nube.

El resultado es un sistema híbrido llamado “Vela”, que ya es una realidad. Incluso es más vieja que ChatGPT, pues funciona discretamente desde mayo del año pasado.

Esta  virtualización para entrenar los modelos de inteligencia artificial cada vez más complejos puede que no resulte demasiado convincente o efectivo.

La experiencia –corta, pero experiencia al fin– indica  que el hecho de no ejecutar de forma nativa el software se traduce en una pérdida de rendimiento. Aunque no en todos los casos.

IBM resurge con una solución novedosa en IA

IBM asegura que es un punto superado. Después de mucho tiempo de investigación ha conseguido reducir la sobrecarga de la virtualización a aproximadamente el 5%. Estos valores, según la compañía, si se los contrasta con la versatilidad de la solución se encuentran dentro de los parámetros aceptables. Una de las ventajas es la de utilizar infraestructura existente y de asignar recursos rápidamente a través de software.

Imposible para algunos, lo cierto es que IBM resurge con una utilidad única de disponer de sus capacidades de cálculo de manera flexible. Todo parece genial, pero hay un problema. Vela no será como ChatGPT, abierta al público. Será un recurso exclusivo para los investigadores de IBM Research.