El alquiler de robots está de moda entre las pequeñas empresas de Estados Unidos. Es una práctica que resuelve varios de los problemas coyunturales que enfrenta la industria tras la pandemia de COVID-19.

Surgieron servicios de suscripción para instalar máquinas en las líneas de producción, por una fracción ínfima de lo que costaría su adquisición. Desde ambos lados del mercado había una necesidad y se complementaron.

Por un lado están las empresas pequeñas, agobiadas por altos salarios, escasez de mano de obra y presión de la demanda en medio de la crisis del coronavirus. Sus administradores requerían una ayuda extra, económica y funcional.

Entonces aparecen compañías que, tal como los fabricantes de software, les ofrecieron el alquiler de robots. Con esto, superaban sus problemas, ya que la suscripción es, en algunos casos 8 dólares la hora. No hay que comprar la máquina.

Con esto, las pequeñas empresas, presionadas por un mercado más demandante, cubren un puesto de trabajo a bajo costo y sin perjudicar a nadie, pues no hay candidatos para las vacantes.

Alquiler de robots populariza la modernización industrial

Es común ver robots en plantas de ensamblaje de automóviles y en grandes corporaciones, pero no en las pequeñas y medianas empresas.

Eso está cambiando gracias al servicio de alquiler de robots. Y además ayuda al tejido industrial a responder mejor a los pedidos, que durante y tras la pandemia crecieron.

Cálculos publicados por la agencia Bloomberg indican que los pedidos de robots en EE.UU. aumentaron un 28 % en 2021 con respecto al año anterior.

Más robots, una necesidad que fue creciendo

La necesidad de automatizar nunca ha sido más plausible luego de los vivido desde 2020 con el coronavirus.

Y esto impulsa una tendencia de ofrecer robots en alquiler. Este servicio consiste en que los clientes pagan tarifas de uso mensuales o anuales en lugar de comprar una máquina, con un valor de decenas de miles de dólares.

Las oportunidades para las pequeñas empresas que produce el alquiler de robots son inigualable. Habría que ver si la moda traspasa la frontera estadounidense.

Los proveedores de estos robots (entre ellos  Formic, Robex y Rios) diseñan e instalando el equipo, brindan mantenimiento y cobran a los clientes una tarifa fija que compite y generalmente supera los salarios de los trabajadores por hora.